El 13 de diciembre fue nuestro
tercer café literario. Previamente Pablo nos había mandado un correo para
ponernos en antecedentes sobre el libro y el autor. Transcribo íntegro:
“En contraste con el trepidante periplo vital de Luis Sepúlveda, la vida
del Premio Nobel de Literatura de este año es bastante anodina. El suceso más
importante de su vida se produjo cuando tenía cinco años y en él el pequeño
Kazuo no tuvo ni arte ni parte: la emigración de la familia desde su Nagasaki
natal hasta una Inglaterra en la que vive desde entonces. No es extraño, por
tanto, que, pese a su ascendencia nipona y aunque según algunos críticos su
obra no se entiende sin la influencia de la cultura japonesa que heredó de sus
padres, Ishiguro haya escrito toda su obra en inglés. Y no solo eso: Los restos
del día, quizá su novela más célebre, representa como pocas la idiosincrasia
del mundo anglosajón.
Pese a no ser favorito en las apuestas y pese a que muchos expertos
consideraban que otros autores de su generación, como Ian McEwan o Martin Amis,
reunían más merecimientos para obtener el premio, la concesión del Nobel de
Literatura 2017 ha recibido la aprobación general, en especial tras la
controversia generada el año anterior con Bob Dylan.
Casualmente, Ishiguro confiesa que en algunos momentos de su existencia
deseó parecerse a su antecesor en el Nobel (ha escrito más de cien canciones a
lo largo de su vida). Según la portavoz, el jurado le ha otorgado el galardón
por "sus novelas de gran fuerza
emocional que han descubierto el abismo bajo nuestro sentido de conexión con el
mundo". Si alguien lo ha entendido, que
me lo explique por favor el día 13.
Un tema recurrente en su obra es, por decirlo en palabras de Proust, la
búsqueda del tiempo perdido, el análisis de los acontecimientos pasados en un
intento de arrojar luz sobre la propia existencia. Ocurre así en Nunca me
abandones (2005), novela en la que asistimos al aprendizaje vital de unos
adolescentes que llevan una existencia aparentemente normal, pero sobre la que
planea una realidad terrible que despertará en el lector más de un interrogante
ético.
Como podéis imaginar, con la
designación del Nobel se han multiplicado las páginas que hablan de Ishiguro.
Adjunto varios enlaces por si queréis profundizar en la obra (no muy amplia:
siete novelas y un libro de cuentos) de este autor.
Nada más. Disfrutad de la
lectura y nos vemos el 13.
El miércoles nos reunimos a las
9´30 en la biblioteca y tomamos el café primero, acompañado de unas flores
tradicionales hechas en casa por Lucía, (confesó que ayudada por su madre y que
estaban riquísimas) y algunos dulces típicos de la navidad.
La sensación de la lectura para
la mayoría fue de monotonía aunque se apuntó que precisamente eso estaba en coherencia
con el desarrollo de la novela.
La novela no satisfizo el
objetivo de lectura como entretenimiento, si no hubiera sido propuesta para la
lectura, alguna participante confesó que no la habría terminado. Presenta un desarrollo lento y no parece
tratar con la suficiente transcendencia un tema crucial y necesario como son
las donaciones, los personajes son como robots, autómatas, sin sentimientos,
crueles entre ellos, resignados, por lo general, a la misión para la que han
sido creados.
No agradó el enfoque del tema de
las donaciones, creando la angustia de si este tipo de ingeniería genética es
posible e incluso si puede estar pasando en la realidad. Algunos habían visto
la película y la sensación era la misma, silencio, oscuridad, miedo, angustia.
La lectura planteó dudas acerca
del tiempo externo de la narración, no quedó claro si se refería a los años 50
o si se situaría en el futuro.
Concluimos con la propuesta el
siguiente libro, el clamor general es que fuera de humorística. La elección fue
El misterio de la cripta embrujada de
Eduardo Mendoza.
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