Con el advenimiento de la República volvió a España triunfalmente, según algunos con el íntimo deseo de ser nombrado presidente. Con el tiempo, Unamuno se fue desencantando con el nuevo régimen y empezó a criticarlo con acritud. Por eso, fue uno de los pocos intelectuales (sin duda el de mayor prestigio internacional) que apoyó la sublevación que daría origen a la Guerra Civil española. Algunas de las ideas más repetidas por el bando nacional salieron de la pluma de Unamuno, como la frase de que España era la reserva espiritual de Occidente.
Con el devenir de los acontecimientos, Unamuno fue arrepintiéndose de su adhesión al bando rebelde. Odiaba con todas sus fuerzas a Mola y a Martínez Anido, pero sintió siempre cierta simpatía por el general Franco, al que conoció en los meses en los que el gobierno del bando nacional se encontraba precisamente en Salamanca. Durante los primeros meses de la guerra, Unamuno comprobó de primera mano las atrocidades que las nuevas autoridades estaban perpetrando en su ciudad. Por entonces es cuando aparecen en sus escritos la "guerra incivil" y las luchas de "los hunos contra los hotros", con la intención de denunciar la crueldad de ambos bandos. Estaba al tanto de los "paseos" e intercedió por algunos amigos con poco o ningún éxito. El caso más conocido es el de Atilano Coco, un cura protestante que, pese a los esfuerzos de Unamuno, acabó fusilado sin más motivo que el de su profesión. Es en este contexto en el que suceden los hechos del Paraninfo de la Universidad de Salamanca, durante el Día de la Raza, el 12 de octubre de 1936, y que aparecen en las dos películas que conozco sobre su vida: La isla del viento y la más conocida Mientras dure la guerra, dirigida por Amenábar y protagonizada por Karra Elejalde. De resultas del acto, en el que se enfrenta a los falangistas y a Millán Astray y a sus legionarios con frases lapidarias como la de "Venceréis pero no convenceréis" (o "Vencer no es convencer") y del que sale de la mano de Carmen Polo en medio del tumulto que forman sus palabras, Unamuno es destituido como concejal y como rector, y se le somete a arresto domiciliario hasta su muerte.
Unamuno a la salida del acto del paraninfo del 12 de octubre de 1936 |
Los biógrafos se han detenido especialmente en el Unamuno de la Guerra Civil, el que pasa de defender un levantamiento militar a redimirse en el acto del Día de la Raza, nombre que, por cierto, le horrorizaba. En estos últimos meses se ha suscitado una polémica sobre la relevancia de aquel acto, ya que Guillermo Rocafort niega que los hechos tuvieran importancia, teoría que ha sido desmentida rápidamente por el matrimonio Rabaté, los máximos expertos en la biografía del autor vasco. Lo que es cierto es que nadie se molestó en anotar las palabras que se dijeron en aquel momento. Sí se conservan las notas que fue tomando Unamuno a lo largo de las intervenciones de los otros oradores (no estaba previsto que el viejo rector hablara). En 1941, Luis Portillo describió el acto de la manera en que más o menos ha llegado hasta nosotros. Los representantes del bando rebelde silenciaron el enfrentamiento y José María Pemán, que presenció y participó en los hechos, tardó más de 30 años en dar su versión.
Tras el 12 de octubre, Unamuno, despojado de sus cargos de concejal y de rector, pasó su vida prácticamente recluido en casa, con algún paseo en el que le acompañaba algún falangista. Estaba precisamente en casa con uno de esos falangistas, cuando Unamuno falleció, el 31 de diciembre de 1936. No había nadie de la familia en la casa. Las primera palabras de Bartolomé Aragón, al que la prensa republicana atribuyó el asesinato de Unamuno, fueron para decirle a la criada que él no lo había matado. Luis García Jambrina y Manuel Menchón intentan dilucidar lo acaecido aquel día en La doble muerte de Unamuno, en el que no descartan la versión del asesinato del escritor.
Unamuno en la calle Mayor de Medina de Rioseco |
Hasta su muerte produce controversia. Unamuno fue un escritor tremendamente crítico, que escribía "Contra esto y aquello", título de un artículo suyo, y al que le dolía España, pero sobre todo la muerte, la muerte suya, tener que dejar de ser un día. Su conflicto interior, ese querer existir eternamente con el corazón sabiendo sin embargo que la razón le negaba la existencia de esa inmortalidad, se filtra en todos sus escritos en forma de paradojas y de retruécanos. "El corazón tiene razones que la razón no entiende", decía Unamuno. Su terrible sufrimiento interior, la búsqueda inútil de la inmortalidad y el aprovechamiento de la mentira (Nietzsche) aparecen como temas principales en la que puede considerarse su mejor obra narrativa, al menos la más redonda, de una densidad expresiva y espiritual enorme. San Manuel Bueno, mártir, una novela corta publicada en 1931, en la plenitud del escritor, trata de Manuel Bueno, el cura de Valverde de Lucerna (probablemente, Puebla de Sanabria), sobre el que el obispado ha incoado un expediente de beatificación. Ángela Carballino, que conoce de primera mano su historia, escribe su experiencia, y la de su hermano Lázaro, con el santo.
Para saber más:
En este programa de unos 20 minutos, Fernando Savater aborda con su lucidez y amenidad habituales la vida y la obra de Miguel de Unamuno. Imperdible, como dicen ahora.
Cap13 - Miguel de Unam - La Aventura Del Pensamien - YouTube
Este vídeo, bastante extenso (casi dos horas), es muy interesante. Se trata de una mesa redonda en la que participan, entre otros, Andrés Trapiello, que estudió el episodio del paraninfo en Las armas y las letras, y el matrimonio Rabaté, que presenta un libro sobre esos días.
Miguel de Unamuno en la Guerra Civil: entre historia y mito - YouTube
Como un milagro ha llegado hasta nuestros días una grabación de la atiplada voz de Unamuno. Lástima que se confunda varias veces. El directo es lo que tiene.
Única grabación de la voz de don Miguel de Unamuno - El poder de la palabra (1931) - YouTube
En 2016, 80 aniversario del acto del paraninfo, la Universidad de Salamanca le encargó a José Luis Gómez, que ya había encarnado a Unamuno en La isla del viento, una representación de las palabras de Unamuno en el Día de la Raza. El resultado se puede ver en el siguiente vídeo.
Venceréis, pero no convenceréis. Paraninfo Universidad de Salamanca - YouTube
Aunque nunca tomó posesión de su plaza, Unamuno fue nombrado miembro de la RAE en 1932. Por eso la Academia le ha dedicado esta página con su biografía
Miguel de Unamuno (electo, 1932) | Académico | Real Academia Española (rae.es)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.