El
veinte de diciembre nos visitaron algunos de los ancianos de la residencia de
Villalón de Campos, San Roque, algunos de los alumnos de 2 ESO A nos lo
contaron así:
Andrea
de Paz Moro:
“Los señores mayores vinieron a darnos una charla de
cómo era la vida cuando ellos eran pequeños.
Vinieron cuando estábamos en clase de física y
química con José Luis, que también le conocían y así fue más fácil entablar
conversación con ellos, porque le preguntaba muchas cosas del pueblo, de cómo
era antes.
Nosotros no nos lo esperábamos porque no nos habían
dicho nada y nos hizo mucha ilusión, porque el año pasado también estuvieron y
nos tocó el mismo señor. El señor se llamaba Félix, que era muy gracioso y cada
vez saltaba con una cosa y se reía. La señora se llamaba Felipa y era más
calmada que el señor.
Cuando vio a Beatriz, le dijo: “anda si está aquí Mª
Carmen (que así se llama su madre), ¿qué tal estás hija?”.
Les trajo un monitor muy joven, que se quedó con
ellos hasta que se acabó la charla.
Estuvieron antes de navidad y así nos contaron lo
que hacían en navidad, lo que tenían para cenar los días de fiesta, lo que les
regalaban en reyes…La señora nos dijo que lo que les regalaban, por ejemplo, una
muñeca de tela, la tenían que compartir con sus seis o nueve hermanos y acababa
la navidad, su madre se la quitaba, lo colgaba encima de un armario y se lo
volvían a regalar el siguiente. Como esto un montón de cosas más.
Después los chicos de mi clase les preguntaron
“¿cómo ligaban antes?” o “¿si salían de fiesta y hasta cuando les dejaban?”. El
señor se lo tomó a risa, pero la señora nos contestó diciendo que no eran como
nosotros ahora, que salimos cuando nos da la gana y que no hacemos caso a
nuestros padres. Si ellos llegaban tarde a casa les daban un tortazo y al campo
a trabajar por la mañana.
También nos contaron como era el colegio antes, qué
aprendían y anécdotas que les pasaban. No estaban como nosotros distribuidos,
nos dijeron que ellos estaban repartidos por una parte las chicas y por otra
parte los chicos y no les dejaban verse.
O cuando iban a pastar al campo con las ovejas o que
hacían en casa las mujeres. Nos lo
pasamos muy bien, espero que vuelvan el año que viene otra vez.”
Fátima
Benghazzou Carmona:
“El veinte de diciembre vinieron al instituto una
pareja de ancianos a contarnos cómo vivían ellos las navidades cuando eran
pequeños, nos contaron lo que comían, por ejemplo bacalao, un cachito de
turrón y un pavo o un gallo como mucho.
Pero no hacían nada extraordinario, iban a trabajar
durante las vacaciones con sus padres y si eran muchos hermanos, se repartían
los cachitos de turrón o discutían y se peleaban.
También nos contaron cosas sobre los regalos, como
que ahora cada año son regalos nuevos y cuando los niños los cogen, al poco
tiempo los dejan por ahí y ya no los vuelven a usar, pero antes, cuando ellos
eran pequeños, les compraban a las niñas una muñeca de trapo o la fabricaban en
y se la regalaban por reyes, y cuando la niña la dejaba tirada, la guardaban
para el año siguiente.
Cuando eran jóvenes tampoco había más fiesta donde
se dieran regalos que el día de reyes.
Fue muy gracioso porque eran muy simpáticos y hacían
bromas con José Luis.”
“La verdad ese día no sabía que iban a venir a
visitarnos los señores mayores. El año pasado también vinieron a hablarnos de
sus tiempos mozos, pero no nos tocaron los mismos. Este año han venido Félix y
Felipa.
Nos dijeron cómo celebraban antes, cuando eran como
nosotros, las navidades y cómo han cambiado. También nos contaban que ahora no
valoramos tanto los regalos, que antes hasta les regalaban lo mismo dos o tres
años seguidos.
Les hicimos preguntas, pero no las suficientes o por
lo menos las que ellos querían que les preguntáramos.
A esos señores yo les conocía, Félix es el padre de
un vecino mío y Felipa es amiga de la
madre de mi padre, y conoce a mis padres.
Félix nos dijo que antes salía de noche con sus
amigos y se quedaban dormidos en unas alpacas.
Felipa nos decía que antes cosía una tela supe
grande con sus compañeras de clase. Y que antiguamente cogían agua de una
fuente que había en la plaza del pueblo.
Me pareció
muy interesante lo que nos contaron y también pienso que la vida de antes ha
cambiado mucho respecto a la de hoy en día.”
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