DIEGO RODRÍGUEZ CRIADO (1º BACHILLERATO)
Ya era cuatro de abril, el día que llevábamos esperando todo el curso.Después de hacer tantos esfuerzos:vendiendo tortillas, papeletas y flores, nuestro deseo se iba a cumplir en breves momentos. La noche del cuatro de abril fue larga y en parte aburrida.Después de un largo trayecto en autobús llegamos al aeropuerto Madrid-Barajas. A continuación facturamos y esperamos a que llegara la hora de despegar.Por fin pudimos encaminarnos a ese bello destino, Italia.
Llegamos a Roma.Es una ciudad que destaca por sus monumentos, en gran parte todos de la época romana pero también es una ciudad bastante desordenada y caótica, algunos coches se saltaban los semáforos, otros iban a gran velocidad, lo que provocaba accidentes.
El día cinco de abril salimos del hotel muy pronto para ver sus más famosos monumentos: El Coliseo, La Fontana de Trevi, El Foro Romano, El Panteón, La Plaza de España, La Plaza Navona, La Plaza del pueblo...
La Fontana de Trevi estaba repleta de turistas de todo el mundo, lo que generaba algún pequeño altercado con la policía italiana al infligir las normas.Al día siguiente visitamos El Vaticano ( sí, la casa del Papa), donde disfrutamos de La Basílica de San Pedro, El Museo Vaticano (con multitud de obras artísticas) y La Capilla Sixtina, decorada magistralmente por Miguel Ángel.
El día siete nos dirigimos a Florencia, considerada por muchos la ciudad más bella de Italia.Antes de llegar visitamos Siena donde vimos la espectacular Piazza del Campo, el Palacio Comunal y la catedral. A las siete de la tarde llegamos a Florencia y pudimos contemplar, admirados, La Basílica de Santa Cruz, El Baptisterio de San Juan, La Plaza de la Señoría, El Palazzo y el Ponte Vecchio y La Catedral de Santa María de Fiore, para mí, uno de los monumentos más impresionantes de toda Italia por su increíble fachada repleta de formas, una de las obras del primer Renacimiento italiano.
Cuando atardecía en Florencia partimos hacia Venecia pero antes nos detuvimos en Pisa para contemplar su torre y en Padua, donde visitamos La Prato della Valle, plaza con estatuas y la Basílica en la que está enterrado san Antonio de Padua.
A continuación visitamos Venecia y sus canales, La Plaza de San Marcos, El Puente de Rialto, El Puente de los suapiros, El Palacio Ducal...
El día once llegamos a Verona y estuvimos en la Casa de Romeo y Julieta.
Finalmente nos dirigimos a Milán donde tomamos el avión de vuelta a casa. Cabe destacar que este viaje ha sido increíble. Os recomiendo visitar Italia alguna vez en vuestra vida.
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