La charla, incluida en el programa "Dibujando la palabra", se dividió en dos partes: en la primera, Alonso de Santos dio unas pinceladas de la labor de un dramaturgo, una persona que elige o crea unos personajes que tienen problemas (el problema es consustancial a la existencia humana), "problemas que provocan emociones y yo lo puedo contar con palabras". El autor teatral aglutina diversas situaciones en un único momento, porque el mundo es muy grande y para reflejarlo mínimamente tiene que recurrir a la concentración argumental. Para Alonso de Santos, la parte más complicada de una obra es el final, la síntesis de por qué y para qué se ha escrito.
Seguidamente, comenzó una serie de preguntas de los alumnos sobre diversos temas. Al hilo de las preguntas, José Luis Alonso de Santos recordó que había empezado a leer en la primera adolescencia, ya que la literatura era la asignatura que más le gustaba y para la que mostraba más aptitudes. A esa edad empezó también a escribir. Sus obras favoritas y las que más le han enseñado son las más importantes de la literatura: La Celestina, El Buscón, el romancero... Por eso, los personajes literarios que más le habría gustado conocer son los principales mitos que ha dado la literatura española a las letras universales: por supuesto, don Quijote, pero también Celestina, Segismundo (el protagonista de La vida es sueño, de Calderón) y don Juan (Alonso de Santos ha escrito una obra sobre el mito del burlador, como su paisano José Zorrilla: La sombra del Tenorio).
El escritor vallisoletano confiesa que no tiene manías a la hora de escribir ("soy una persona, no un personaje"), y que no comparte los tópicos románticos de la creación artística a través de la inspiración. Concibe su labor como la de un trabajador más.
Alonso de Santos no siente ninguna preferencia entre sus obras: unas han alcanzado más éxito y otras menos, pero a todas las quiere por igual. Ahora bien, entre los subgéneros dramáticos, si tuviera que elegir, elegiría la comedia.
En sus inicios, en los años 60 y 70, sufrió la censura franquista. Luchó por los ideales de democracia que fraguaban en la sociedad de entonces (especialmente entre los jóvenes) y fue encarcelado por ello. No obstante, Alonso de Santos advirtió de que no solo había estado contra el gobierno de Franco, sino enfrente de todos los gobiernos, porque la labor del escritor es criticar los errores y los excesos del poder.
Los alumnos habían trabajado en clase algunas de sus obras: La estanquera de Vallecas, Trampa para pájaros y algunas obras breves, de las que el autor hizo un somero repaso. La charla se hizo corta y se nos quedaron en el tintero muchas preguntas. Después del acto, José Luis Alonso de Santos nos prometió una visita "de verdad" cuando sea posible. Le esperamos.
La actividad "Dibujando la palabra" continúa a principios de diciembre con la fase del mural.
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